sábado, 11 de junio de 2011

Inside

Encerrada en aquel pequeño hueco casi no podía respirar.
Sentada con las rodillas contra el pecho, era la única posición que ese reducido espacio le permitía.
Vacío y oscuro.
Las voces y los sentimientos en su cabeza no le dejaban pensar.
Arrañaba las paredes intentando sofocar su dolor, pataleaba con fuerza contra aquellas paredes que parecían estrecharse cada vez más contra ella.
Las lágrimas se habían secado sobre su rostro, los gritos se habían sofocado en su dolorida garganta.
Ya no le quedaba nada que hacer salvo dejar perdida la mirada en el pequeño lugar y esperar.
Esperar por algo que nunca iba a suceder.
Porque nada iba a sacarla de allí.
Porque, ella misma, no quería salir de allí.

1 comentario:

  1. Es como si estuvieras en una jaula con la puerta abierta...
    Solo tú puedes decidir dar un paso adelante o quedarte sentada en un rincón

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